Ella tan segura, tan inocente,
vivía tan compleja, tan prudente.
Se marchitaban los pétalos de su fachada,
con el primer despido de su morada.
Un año vivió, joven y desarraigada,
en un territorio que no le contentaba
Con cada suspiro su brillo mermaba,
con cada respiro sus lágrimas brotaban.
El día del retorno a su patria,
más poderosa se sentía que una chatria.
Pero ella tan segura tan inocente ya,
Sin ningún temor volvió otra vez a rodar.
Otro año vivió, joven y desarraigada,
en tierras desconocidas, ella otra enajenada.
Esta vez volverá, más segura que un rejón,
de su cuna no volverá a salir, vecina del mejor canarión.
Ella tan segura, tan inocente,
volverá a viajar por el mundo tenebroso.
Volverá, joven y desarraigada,
volverá tan boba, a su hogar más lujoso.
No Comments